Bodas de oro de la primera promoción de enfermería del Hospital Santiago Apóstol de Vitoria

La primera promoción de enfermeras del Hospital Santiago Apóstol de Vitoria se han reunido para conmemorar que hace 50 años se convirtieron en las primeras enfermeras que se formaron íntegramente en Vitoria-Gasteiz.

Las enfermeras fueron pioneras en su profesión porque en aquella época si se deseaba ser enfermera habría que ir a otras ciudades del Estado para estudiar la carrera. Por lo que en 1965 por disposición del Dr. Fernando Gómez, fundador y director de la Escuela se convocó por diferentes medios a las interesadas para crear la Escuela de Enfermería de Vitoria en el Hospital Santiago. “Fue un proyecto que el Dr. Gómez logró con ilusión, arrojo e inteligencia, conocedor de la necesidad sanitaria que demandaba la sociedad en ese momento” así lo ha afirmado una de las alumnas de aquella primera promoción, Raquel De la Hoz, que se ha encargado, junto con otras compañeras de reunir a todas las alumnas que iniciaron la aventura.

Para acceder a estudiar enfermería se exigía el bachiller elemental o superior, además de realizar una prueba de acceso y una entrevista personal, en la que se seleccionó a las alumnas que en su mayoría procedían de Vitoria y algunas de Bilbao y Burgos.

Durante los tres años de formación las 22 alumnas seleccionadas estuvieron en el Hospital de Santiago Apóstol en régimen de internado, por lo que desde un primer momento tomaron contacto con la profesión, haciendo guardias y turnos por la mañana y por la noche de manera rotatoria.

Al ser la primera promoción se les exigió máxima profesionalidad en su formación. “Teníamos un espíritu feliz y muchas ganas de aprender” asegura Raquel De la Hoz, quien actualmente sigue ejerciendo profesionalmente.

“Cada mañana nos despertaba la monja encargada del grupo. Desayunábamos y correctamente uniformadas acudíamos a los diferentes servicios que nos había asignado previamente la Directora de la Escuela” ha recordado Mari Paz Anzola. “Por la tarde en el aula recibíamos las clases que nos impartían los diferentes facultativos: Anatomía, Microbiología, Técnicas Quirúrgicas, Patología Médica, Ginecología, Pediatría, Laboratorio, Urgencias, entre otras.

Como la Escuela de Enfermería no estaba reconocida oficialmente, el primer año se examinaron en  la Facultad de Medicina de Valladolid, quien a la vista de los excelentes resultados, concedieron la oficialidad a la Escuela de Enfermería de Vitoria. En los años sucesivos, fueron los profesores de Valladolid quienes se desplazaron a Vitoria para realizar los exámenes. Durante todo este periodo, los profesores realizaron numerosos exámenes orales y escritos con el fin de asegurar los resultados.

Las integrantes de la primera promoción siempre han seguido en contacto, reuniéndose cada cierto tiempo, y casi todas han seguido vinculadas profesionalmente al ejercicio de la enfermería.

Son muchos recuerdos que y anécdotas que tienen este grupo de enfermeras. Mari Paz Anzola recuerda que “recibíamos castigos colectivos, por ejemplo, por hacer novatadas a los médicos internos que llegaron al Hospital un año después y… otras cosillas inconfesables” ha relatado.

Para celebrar las bodas de oro, realizaron una misa conmemorativa y una comida. El Colegio de Enfermería de Álava participó otorgando un reconocimiento a las enfermeras veteranas.

Pero el fundamento es que 22 jóvenes vocacionales, con la alegría propia de la juventud, abrieron camino a la Enfermería en Vitoria y Álava, hace ya…50 años.

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