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Consejos para que el cambio de hora no afecte a los mayores

Por el 22/10/2015

mayor cambio horario

La madrugada del 25 de octubre se cambia la hora. Se instaura el horario de invierno y el colectivo de las personas mayores será uno de los colectivos más vulnerables y muchos ancianos verán alterado su ciclo de sueño. La principal alteración provocada por el cambio de hora se produce principalmente en el sueño, ya que se altera su ritmo circadiano. Los ciclos del sueño están adaptados a las horas de luz, por lo que el cambio de horario genera un desajuste en el ritmo biológico de los mayores.

El psicólogo Raúl García, de las residencias Barrrika Barri y Kirikiño analiza la situación y da una serie de consejos para que el cambio de hora no suponga una pesadilla para las personas mayores.

Lo más habitual son las dificultades para dormirse y mucho sueño al despertar, viéndose especialmente afectadas aquellas personas mayores con trastornos del sueño u otras alteraciones neurológicas previas, alargando su tiempo de adaptación.

Se trata sin embargo en unos trastornos que se dan de forma transitoria y puntual, ya que la vida en la residencia es muy rutinaria, con horarios muy establecidos a lo largo de todo el año, donde los residentes cenan a las 20:00 horas y se acuestan sobre las 21:00 horas. El incremento de las horas de luz, y especialmente el retraso del anochecer, pueden generar alteraciones en el sueño de nuestros residentes, pero no duran más de dos a siete días. Cada persona se adapta a los cambios de una forma diferente, por lo que a los residentes más validos se les da mayor flexibilidad horaria para acostarse.

Como solución, se intenta mantener la rutina horaria para que así se vayan acostumbrando gradualmente a irse a la cama de día, especialmente en los meses de mayo, junio y julio, donde los días son realmente largos. También es importante mantener la higiene del sueño habitual, evitando siestas largas o dormir entre horas.

Posibilitar la actividad física y evitar bebidas estimulantes o cenas copiosas son medidas de gran ayuda para recuperar el ritmo circadiano habitual de los mayores. Por último, es fundamental mantener una buena hidratación durante todo el día, suprimiéndola sin embargo en los momentos previos a la hora de acostarse, así como evitar el uso de fármacos ansiolíticos, hipnótico o sedantes para inducir el sueño.

Pero no todo es negativo. El aumento de las horas de luz, acompañado de una mejor temperatura, posibilita salir al patio de la residencia Kirikiño o a los jardines de Barrika-Barri, pasando gran parte del día nuestros mayores al aire libre, con los beneficios que esto les genera.

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