Dieta equilibrada y personalizada y su continuidad en el tiempo, factores clave para perder peso

Mantener el peso a raya se ha convertido en una cuestión clave para mantener un buen estado de salud. De hecho, uno de los principales motivos que empujan a los pacientes con obesidad a la consulta del especialista es tratar las patologías asociadas al sobrepeso, como diabetes, hipertensión, colesterol, ácido úrico, etc. Según señala la doctora Lorea Aranburu, médico-nutricionista en Hospital Quirónsalud Vitoria, “la gente cada vez está más concienciada, le preocupa su salud y quiere perder peso para prevenir o tratar otros problemas”. No obstante, para lograr que esa pérdida de peso sea saludable, efectiva  y segura, hay que saber cómo hacerlo.

Bajar peso progresivamente a través de una dieta equilibrada, personalizada, controlada por un especialista y con continuidad en el tiempo es la base para lograr los objetivos marcados, además de realizar ejercicio físico de forma habitual. En este sentido, se trata de establecer una reeducación alimentaria adecuada al paciente con unos hábitos de alimentación y vida más saludables. “La dieta del paciente debe ser personalizada y fácil de llevar. Debe contener cinco comidas al día de forma que no se pase hambre y que aporte todos los nutrientes que necesita el organismo.  La dieta se establecerá en función de los gustos, problemas digestivos, etc. que pueda tener el paciente, por eso es fundamental realizar una historia clínica inicial. Además, irá acompañada de ejercicio, si se puede, todos los días”, explica la doctora Aranburu.

También resulta beneficioso para el organismo una reducción de peso de forma progresiva ya que la adaptación al nuevo peso es más saludable y fácil de mantener en el tiempo, ya que se está perdiendo la grasa y no las proteínas del cuerpo. Por el contrario, si se pierde mucho peso muy rápido a través de dietas muy restrictivas, se puede recuperar muy rápido, efecto producido por las denominadas “dietas yo-yo”. Así, aunque se desee perder los kilos ganados en las fiestas navideñas de forma rápida “de media entre 3 y 5 kilos”, se está sometiendo al organismo a “una sobrecarga de trabajo que puede perjudicar al sistema digestivo, al hígado… si esos desfases de peso se producen con asiduidad”.

En este sentido, resulta fundamental consultar siempre con un nutricionista siempre y evitar las dietas milagro. “Lo importante es lograr un efecto mantenido en el tiempo y controlado por un profesional”, apunta la especialista.

 

 

 

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