Ingeniería y salud hacen realidad productos dignos de la ciencia ficción

Controlar dispositivos con el movimiento de los ojos, mejorar la postura de la pierna en las intervenciones de rodilla, un sistema de alarma para el cambio de posición en la cama para lesionados medulares o el estudio de la huella de la pisada como prevención de lesiones futuras de los deportistas. Ninguna de estas soluciones pertenecen, como pudiera pensarse, a la ciencia ficción sino a la realidad más tangible, detectada en la I Jornada de Proyectos de Ingeniería y Salud.

En la presente era tecnológica cobra especial relevancia la interacción entre diversos campos del saber. Y alrededor de esta máxima general se producen cruces fructíferos de diversos conocimientos. Uno de ellos es la interacción entre la ingeniería y los campos de la salud. El desarrollo de las nuevas tecnologías y su aplicación a las diferentes áreas científicas y ámbitos sociales ha producido considerables avances en muchos campos. Uno de los más importantes ha sido el sanitario. Las incuestionables mejoras de calidad y esperanza de vida de nuestra sociedad en las últimas décadas han sido posibles, en gran medida, por el desarrollo de la sanidad pública, y en concreto, de la formación de los profesionales sanitarios, de las instalaciones donde se desarrolla la labor asistencial, y del equipamiento tecnológico que tienen a su disposición.

Al hilo de esta realidad, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Bizkaia, en colaboración con el Hospital de Cruces, han presentado la I Jornada de Proyectos de Ingeniería y Salud en un acto abierto por Santiago Rabanal, gerente del Hospital de Cruces, y cerrado por el Juan Goiria, presidente de la Academia de las Ciencias Médicas y de la Salud del País Vasco, cuya presentación y coordinación corrió a cargo de Manuel Sánchez Moronta, vicesecretario del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Bizkaia.

El encuentro funcionó como un vivero de idea, proyectos y prototipos aplicables a los campos de la Salud. Así, en el transcurso del mismo se presentó un sistema de posicionamiento de pierna  para cirugías de prótesis de rodilla y otras operaciones similares que pretende “mejorar el procedimiento de este tipo de operaciones ganando en comodidad y precisión y reduciendo el gasto de recursos humanos”.

En torno al diagnóstico de diferentes patologías de la vista, se presentó el control de movimiento en dos ejes con EOG (Electrooculografia) técnica en la que la ingeniería se adapta al registro de dicha señal biológica para dar solución a problemas cotidianos de la vida. La posibilidad de emplear los electrooculogramas como una herramienta para determinar la dirección de la vista del ojo humano incide en las posibles aplicaciones que varían y pueden servir para accionar o controlar dispositivos con el movimiento de los ojos.

Otro de los elementos expuestos en la I Jornada de Proyectos de Ingeniería y Salud abordó el uso de la alarma para el cambio de posición en la cama para lesionados medulares, “un sistema de monitorización especialmente diseñado para controlar la postura de los pacientes con lesión medular encamados. Consta de dos partes: primero el dispositivo de control postural (DCP), un dispositivo compacto y sin cables que el paciente lleva consigo durante el periodo monitorización y registra la postura actual. La segunda fase atañe al programa de monitorización, alojado en un PC y encargado de varias funciones: comunicarse con el DCP para registrar el tiempo que dicho paciente ha pasado en las distintas posturas, avisar al equipo médico a cargo mediante distintas alarmas de que el tiempo de seguridad ha expirado y se debe acudir a ayudar al paciente y finalmente sugerir la postura óptima a adoptar a continuación. El sistema también incorpora una alarma en caso de caída del paciente”, explicaron los expertos.

La posibilidad de crear sillas de ruedas apilables y abatibles surgió durante el encuentro técnico-científico. Así, se presentó un prototipo virtual de silla de ruedas, capaz tanto de ahorrar espacio, al ser almacenada, como de mejorar el traslado del paciente, desde la silla a otro emplazamiento. A esta idea se sumó la posibilidad de crear una estación fotopletismográfica inalámbrica, un dispositivo completamente autónomo y personalizable en función de la patología a estudiar, capaz de adquirir una señal PPG de alta calidad y enviarla de manera inalámbrica a la aplicación software que la acompaña. Esta aplicación permite obtener cualquier parámetro derivado de dicha señal PPG y almacenar la señal en la nube, en un espacio virtual para el paciente. Todo ello de forma automática.

En la Jornada también tuvieron voz un grupo de jóvenes emprendedores licenciados en diferentes áreas de ingeniería, y que buscan soluciones e innovaciones en el ámbito de la bioingeniería, que mostraron su  primer producto llamado bai-step.  Dicho producto es una plantilla inteligente que capta, con hasta doce sensores, la pisada de cada paciente y sus patologías, enviando los datos de forma inalámbrica al software donde se realiza un análisis de la pisada. La plantilla está diseñada tanto para estudios clínicos como para el mundo del deporte buscando evitar futuras lesiones observando la huella de la pisada. Bai-step es cómodo, ligero y resistente, pudiendo analizar largos periodos de entrenamientos de deportistas.

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