La muerte súbita afecta a uno de cada cien mil deportistas que tienen menos de 35 años

La muerte súbita en el deporte en general, y en el fútbol en particular, es un hecho muy poco frecuente. En personas menores de 35 años se da una incidencia de un caso al año por cada 100.000 deportistas, normalmente por cardiopatías congénitas, es decir por anomalías en el corazón de nacimiento. Por otro lado, en deportistas mayores de 35 años, la incidencia varía entre un caso al año por cada 15.000 o por cada 50.000 deportistas, según los estudios; en este grupo de edad, la causa más frecuente pasa a ser la cardiopatía isquémica, con procesos como la arterioesclerosis coronaria. Tal y como asevera Luis Serratosa, quien fue médico adjunto del Servicio de Cardiología del Centro Nacional de Medicina del Deporte del Consejo Superior de Deportes, que ha trabajado en el Servicio Médico del Real Madrid (2001-2013) y que en la actualidad, desarrolla su actividad profesional como jefe del Servicio de Rehabilitación, Fisioterapia y Medicina del Deporte del Hospital Quirón Madrid, “los deportistas que sufren una muerte súbita, fallecen porque tienen un problema de salud previo, no a causa del deporte”.

Tal y como subraya el experto, “actualmente existe un debate abierto entre la comunidad científica internacional respecto a si es conveniente la extensión de los exámenes de aptitud y seguridad cardiológica a todos los deportistas federados. La postura europea, liderada por Italia, es favorable a este punto de vista, mientras que la anglosajona muestra reticencias en diversos aspectos, como la discriminación frente a los deportistas no federados, la realización de pruebas médicas que pueden ser innecesarias o la priorización frente a otros problemas de salud más prevalentes”.

Entre los aspectos señalados por el experto que han de incluir los exámenes médicos de seguridad y aptitud cardiológica para la práctica deportiva, se encuentra una historia clínica, una exploración física por el especialista y un electrocardiograma. “La historia clínica ha de ser breve, pero correctamente enfocada a la detección de posibles problemas o síntomas, antecedentes familiares con muertes prematuras por causa cardiaca, etc. La exploración física comprende, entre otros aspectos, la auscultación cardiaca y palpación del pulso. Por último, el electrocardiograma en reposo debe ser interpretado por un especialista adecuadamente formado y con experiencia en este campo. De ello no sólo depende un diagnóstico acertado, sino también el consejo médico posterior para la práctica deportiva”.

Continuar con el deporte, a pesar del problema

El experto ha hecho hincapié en que “la prevención primaria debe llevarnos a detectar, entre los deportistas, aquellas personas que puedan tener un problema de salud. Para ello, es muy importante que tanto los cardiólogos como los médicos del deporte tengan una buena experiencia en este ámbito y cuenten con una formación adecuada a este fin. Tras la detección, un adecuado consejo médico es de gran importancia”.

El tor Serratosa ha puesto de relieve que “existen muchos deportistas a los que se les detecta un problema de salud, bien sea cardiaco, vascular o de otro tipo, que no tienen por qué renunciar a la práctica deportiva por el mero hecho de tener un problema de salud. En muchos casos, un médico experimentado puede aconsejar qué tipo de ejercicio es conveniente en cada caso y cómo realizarlo. Los beneficios del deporte son en muchos casos muy superiores a los riesgos”.

“Por ejemplo, antes, los buceadores con foramen oval permeable, una enfermedad que hace que se comuniquen las dos aurículas, tenían que dejar de bucear. Hoy, siguiendo unas pautas determinadas, muchos de ellos pueden seguir buceando. Y lo mismo ocurre con otras enfermedades, como la diabetes: hoy tenemos futbolistas profesionales e, incluso, campeones olímpicos que, siguiendo las recomendaciones de su médico, continúan al máximo nivel”, ha aseverado.

Deporte repentino

El especialista llama la atención acerca del riesgo que sufren las personas que no han hecho deporte a lo largo de su vida y, repentinamente, comienzan a hacer deporte con intensidad. “El sedentarismo o el sobrepeso puede esconder problemas de tensión arterial u otros, por lo que el inicio en el deporte si nunca se ha practicado, debe ser paulatino y en el mejor de los casos, controlado por un especialista. Para los mayores que empiecen a practicar deporte, es recomendable que comiencen de forma gradual y que consulten con un especialista. Además, han de estar atentos a síntomas de alarma que pueden alertar acerca de un problema cardiaco. Entre esto síntomas se pueden señalar las palpitaciones, mareo o dolor durante el esfuerzo, etcétera”.

Asimismo, “para las personas que practican deportes extremos como las carreras de ultrarresistencia, triatlones, ultramaratones o los famosos ironman sí es muy conveniente que se sometan a reconocimientos médicos adecuados antes de la práctica deportiva”.

You must be logged in to post a comment Login