Las cucarachas, ratas, mosquitos tigre y moscas son las plagas que más crecen durante el verano

El verano es la mejor época para la proliferación de especies y bacterias que acarrean graves molestias, contaminan los alimentos, transmiten enfermedades, provocan importantes daños económicos y/o estructurales, invaden y perturban nuestro entorno y hasta generan problemas psicológicos.

Tras un invierno seco, el aumento de las temperaturas hace que los espacios habitados por el hombre, sean más sensibles a ciertas plagas, más activas en verano, en particular de insectos como cucarachas y mosquitos, que se sienten atraídos por el calor, el agua, los restos de comida y la luz de la temporada estival.

 “No podemos acabar de raíz con el 100% de las plagas urbanas, pero sí evitar y controlar la intrusión de las mismas en lugares habitados por las personas, preservando el medio ambiente y nuestra calidad de vida”, afirma  Milagros Fernández, directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA)

Una de las plagas más comunes en verano son las cucarachas. La Blattella germánica (cucaracha rubia, alemana o del café), la Blatta orientalis (cucaracha negra) y la Periplaneta americana (cucaracha americana, conocida como la “súper-cucaracha” por su tamaño) son las más comunes en España. Desde su detección, su control debe ser inmediato porque se reproducen rápidamente y son transmisoras de enfermedades.

Los mosquitos, por su parte, están presentes en todas las áreas urbanas de España, los más habituales son el mosquito trompetero (Culex pipiens) y el mosquito tigre (Aedes albopictus, de mayor tamaño y rayado) cuya picadura es muy dolorosa.

 Junto a los mosquitos, la mosca doméstica es también molesta compañera durante todo el verano. La más problemática es la mosca negra conocida como mosca “chupa-sangre”, porque su picadura produce un intenso, duradero y doloroso escozor.

Las hormigas, aunque rara vez llegan a crear problemas de salud, sí pueden generar molestias “Su presencia no siempre tiene por qué constituir una plaga, sin embargo sí lo será, por ejemplo, en el interior de la cocina de una vivienda”, apunta Milagros Fernández. En España, la más común es la hormiga argentina, que ya se ha expandido por todo el mundo.

Por su parte, las avispas, podemos encontrarlas sobrevolando el agua o cerca de plantas, flores y fuentes. Se estimulan con los perfumes y colonias, las cremas e incluso el sudor y su picadura, en algunas personas, puede producir una reacción alérgica, que puede llegar a ser mortal, aunque en muy contados casos.

Pero no sólo los insectos se convierten en fuente de molestias en verano, otras plagas como las ratas y ratones aprovechan el calor para reproducirse y acceder al interior de viviendas, donde se sienten más confortables. Muerden y son  potenciales transmisores de enfermedades. La Rata Común (Rattus norvegicus) es la más frecuente, junto a la Rata Negra, conocida como “rata de barco” porque solo se encuentra en zonas costeras y portuarias, y el Ratón casero (Mus musculus), pequeño roedor de color gris, que suele vivir en el interior de locales y viviendas. Presentes en todo el alcantarillado, realizan una función importante dentro del ecosistema, por lo que es importante tenerlas bajo control, sin llegar a erradicarlas por completo.

Durante el verano también aumenta el uso de sistemas de refrigeración, situación que favorece la difusión de la Legionella. La Legionella pneumophila suele sobrevivir en espacios húmedos y es un gran riesgo para edificios que posean torres de refrigeración, sistemas de distribución de agua, condensadores o sistemas con aerosolización de agua, considerados como amplificadores de legionella y diseminadores de legionelosis. De ahí que las instalaciones con estos elementos deban extremar  la precaución.

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