Los pasos de las procesiones de Semana Santa generan lesiones en los pies

El Colegio de Podólogos del País Vasco, con motivo de la celebración de las procesiones de Semana Santa han advertido de los riesgos que supone esta práctica para la salud podológica. En dichos actos populares los costaleros llevan en sus hombros los pasos -conjunto formado por una plataforma sobre la que hay imágenes evangélicas- en los que los pies sufren un gran desgaste derivado del peso que ha de soportar al aguantar toda la carga.

En este contexto, desde el Colegio de Podólogos exponen las siguientes recomendaciones y advertencias para evitar contracturas y lesiones, que son muy comunes y en muchos casos se pueden evitar. Esto se debe a la gran carga que llevan los costaleros, y sobre todo por el paso corto que dan, los costaleros tienen mucho riesgo de tener contracturas.

Consejo 1, estirar: en los momentos en los que el paso esté parado en una pausa, en la medida de lo posible, estirar la musculatura, tanto la intrínseca del pie como la extremidad inferior (pierna), es una medida muy recomendable para evitar problemas.

Consejo 2, llevar un calzado deportivo: nos podemos aprovechar de la capacidad de amortiguación que tienen las zapatillas deportivas, sobre todo las de running, con el fin de evitar que todo el peso del paso se cargue directamente en el pie y se descargue en la zapatilla.

Consejo 3, hidratar el pie si se va descalzo: Si se trata de una procesión en las que los costaleros van descalzos, el especialista hace un especial hincapié en que se debe hidratar bien la piel con crema hidratante antes de que llegue la fecha. No sebe usar la vaselina porque resbala y en la planta del pie no sirve para nada.

El público también sufre: mucho tiempo de pie

Respecto al público, desde el Colegio de Podólogos del País Vasco recomiendan “no quedarse en el mismo sitio parado viendo el mismo paso por una razón circulatoria”. “A nivel vascular, moverse significa activar la circulatura de retorno y supone renovar la sangre en el pie, que es la zona más lejanas al corazón, y a la vez, la musculatura deja de estar tan contraída”, señalan desde el Colegio. “Les sucede lo mismo que a los costaleros, al quedarse quietos y de pie, el pie tiene que trabajar más y crear estabilidad para no caerse. Si nos quedamos durante tiempo estáticos, la musculatura puede resentirse”, concluyen.

You must be logged in to post a comment Login