Psicólogos expertos en Terapia Gestalt destacan los beneficios del “aquí y ahora” frente a la COVID-19.

La pandemia provocada por la COVID-19 ha generado una ruptura con la realidad tal y como la conocíamos, derribando las bases de pilares que dábamos por seguros y que organizaban nuestra realidad (los horarios, nuestras relaciones, el contacto con los demás, el trabajo, etc.), lo que nos ha empujado como sociedad a adaptarnos rápidamente a muchos cambios.

“Al salir del confinamiento soñamos con que llegaba el fin de unos meses de terror, pero tal ensoñación ha durado poco. Ahora estamos descubriendo que el virus sigue conviviendo con nosotros y que las plantas de los hospitales vuelven a llenarse. A la vez miles de personas se han encontrado con que sus recursos económicos se han visto gravemente amenazados, dejando situaciones de gran perjuicio.  En esta situación, lo normal es que, en general, la sociedad haya dedicado su tiempo a sufrir tanto las consecuencias reales de la pandemia como las imaginarias respeto a un futuro próximo, lo que dificulta vivir en el principio gestáltico del aquí y el ahora”, afirma Irene Poza, psicóloga y vocal de la junta directiva de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG).

Su opinión la comparte la también psicóloga y miembro de la AETG, Esther Gutiérrez, para quien la pandemia ha vuelto el presente “algo caótico”, ya que la situación que vivimos nos exige rápidas adaptaciones y decisiones, lo que supone “mucho estrés” para el cuerpo, que en estas circunstancias tiende a funcionar en automático, activando los mecanismos de supervivencia innatos. “Mantenerse en contacto con el presente, conmigo, es justo lo contrario de ir rápido. Requiere escucha activa interna y externa, reflexión, autocuidado. Si antes de la pandemia, el ritmo de vida occidental hacía difícil vivir en el aquí ahora, la nueva situación global ha añadido un nuevo reto para traer nuestra atención al aquí y ahora”, sostiene.

Para la psicóloga, vivir el aquí y el ahora no implica que todo lo que está ocurriendo a raíz de la pandemia no nos afecte, sino todo lo contrario: es estar en contacto con lo que nos ocurre ante este cambio de paradigma provocado por el virus, ya sea miedo, enfado, incertidumbre, tristeza o bloqueo. “En ese contacto con lo que me pasa, con mis emociones, debo preguntarme qué necesito, si hay algo que pueda ayudarme con mis emociones. Por ahí pasa el principio gestáltico del aquí y el ahora. No es para desapegarse de lo que sentimos y vivimos. Todo lo contrario: Es para integrar lo que nos ocurre y poder autocuidarnos”, argumenta.

El autocuidado y la autorregulación emocional, precisamente, son dos de los grandes beneficios de aprender a vivir en el aquí y el ahora, algo que según Gutiérrez necesita de paciencia y de una práctica continua para integrarlo en nuestro día a día: “Las emociones tienen el ritmo de la naturaleza y de las plantas, porque son cuerpo. Una planta puede florecer en unas horas, pero necesita esas horas para hacerlo. Esto quiere decir que no por qué yo piense que sería mejor no estar triste, se me va a pasar la tristeza. Mi tristeza requiere un “tiempo orgánico” para vivirla y expresarla en el aquí y ahora y que se integre en mi presente, en todo lo que soy en este momento”.

Según la experta en Terapia Gestalt, cuando nos permitimos este tiempo de forma continua, “empiezan a aparecer los vacíos, espacios de atención y conciencia en los que no hay pensamientos, ni emociones, sólo nuestra atención recorriendo el presente”. Esos vacíos, para la psicóloga, “son oro para el cerebro y un bálsamo para el estrés” que se traducen “en un cuerpo más saludable” porque tiene tiempo y espacio para autorregularse. “Nuestro sistema nervioso necesita quedarse vacío para pasar a lo siguiente y es algo que en nuestro modo de vida no nos damos. Tendemos a irnos hacia el futuro siempre (planear, organizar la agenda, recordarnos lo que se nos olvida), como si estuviéramos perseguidos por alguien dentro de nosotros”, explica.

Consejos para aprender a vivir en el aquí y el ahora

Para aprovechar los beneficios para nuestra salud física y emocional de vivir en consonancia con el principio gestáltico del aquí y el ahora, las psicólogas Irene Poza y Esther Gutiérrez ofrecen los siguientes consejos:

–Dejar el pasado en el pasado: basta de invocar a situaciones pasadas para no aprovechar las oportunidades de tu presente.

-Hemos de aprovechar los temores del presente para planificar soluciones. Éstos no tendrán sentido si sirven como un lugar de angustia no constructivo.

–Dedica tiempos en tu día a día a “no hacer”: concediéndonos ese vacío mental podemos encontrar muchas respuestas. Como truco, basta por comenzar a distinguir entre lo que imaginas que necesitas   y lo que realmente necesitas para estar bien.

–Presta atención a tu respiración. Es un gran indicador de lo que sucede en tu interior.

-En relación al anterior consejo: es importante practicar la meditación en alguna de sus formas.

–Asumir el reto como un juego para no añadir más estrés y tareas: No hay nada mal o bien hecho cuando practicamos mantener la atención en el aquí y ahora. A veces estamos en el presente, a veces no. Y la única forma de volver a estarlo es rescatando nuestra atención. No hace falta nada más.

-Cuando sintamos que vamos consiguiendo sostener nuestra atención en el aquí y ahora, podremos llevarlo a lo cotidiano. A veces puede ser útil el juego de “un minuto cada hora”. Consiste en poner una alarma en el móvil cada hora y, cuando suene, pararse un minuto a estar en contacto con ese momento. El ancla siempre será la respiración y las sensaciones. Cuando nos acostumbramos a escucharlas, estar en el aquí y ahora es inevitable, sucede solo.

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