Recomendaciones para evitar los riesgos psicosociales del teletrabajo

Trabajar desde casa no evita los riesgos propios de la actividad laboral, es más, en algunos casos, estos pueden verse agravados. Es cierto que, habitualmente, una de las ventajas que suele atribuírsele al teletrabajo es la posibilidad de autogestionar la carga de trabajo (en el caso de que la empresa no establezca mecanismos de supervisión) para permitir una mejor conciliación de la vida privada y laboral. Para ayudar en esta nueva situación, la consultoría especializada en la Promoción de la Salud en el Lugar de Trabajo (PST), Ergobi, ha recopilado una serie de recomendaciones.

Sin embargo, hay determinados factores que pueden hacer que esas ventajas se conviertan en desventajas que den lugar a desajustes que repercutan de forma negativa en la salud y bienestar como en la reducción o el aumento del rendimiento, aumento de errores, trastornos alimenticios, dependencias, etc.

Debido a la situación actual, muchos se han convertido en teletrabajadores, estando preparados para ello o no, y tienen que hacer frente a esos factores. Entre otros, la conciliación laboral y familiar,  el trabajo en situación de aislamiento, el poco contacto social, la dependencia de las tecnologías o la necesidad de acondicionar un espacio de trabajo en el hogar.

Seguro que todos los padres y madres están en la misma situación, buscando conciliar su actividad laboral con la vida familiar, especialmente los que tienen hijos pequeños que son más dependientes y reclaman más atención; es necesario buscar ese equilibrio saludable entre la vida laboral y la personal para que la gran ventaja del teletrabajo no se convierta en una desventaja.

Aspectos importantes que se deben tener en cuenta son el establecimiento de una “zona de trabajo” en el hogar, la comunicación (con la pareja y los hijos), los horarios de trabajo, la actividad física, la alimentación y la socialización, entre otros.

En caso de que se carezca de ella, es importante habilitar una “zona de trabajo” en una habitación, en la que se pueda trabajar en un horario establecido y sin padecer interrupciones. Escuchar de manera activa y comunicarse con claridad para asegurarse de que no hay malentendidos.

Algunas recomendaciones útiles en ese ámbito serían:

• Establecer normas, por ejemplo, si la puerta está cerrada, significa que estáis trabajando. Para entrar primero deben llamar a la puerta. Esto podría contribuir a minimizar las interrupciones.
• Organizarse para hacer las tareas de mayor complejidad en las primeras horas de la jornada (cuando los niños seguramente están dormidos) y dejar el resto para las siguientes, de esta forma, las interrupciones os afectarán menos.
• Siempre que sea posible, dividir en turnos la atención dedicada a los niños. Sobre todo, en el caso de cuidar de bebés o niños de corta edad. De esta forma habrá bloques de tiempo de trabajo concentrado y eficiente.
• Planificar los descansos en un espacio diferente al de teletrabajo para desconectar.
• Practicar ejercicios de movilización y estiramientos musculares para liberar la tensión y mejorar la concentración. Aquí se puede encontrar una rutina.
• Hacer la vista gorda, ceder un poco con los niños puede ayudar a reducir el estrés por ambas partes. Se debe tener en cuenta que ellos también están confinados.

En cuanto a los horarios de trabajo, es posible que la propia empresa marque un horario fijo. En este caso, hay que organizarse con las tareas del hogar y delimitar claramente, tiempo de trabajo y tiempo familiar. Si no hay un horario estipulado por la empresa, es conveniente que se establezca uno.

Es fundamental hacer una buena rutina y gestión del tiempo.

Cosas que podéis hacer para ayudaros con este factor:

• Establecer rutinas fijas, por ejemplo, poner el despertador a la misma hora de siempre, vestirse igual que cuando se acude a la oficina y, finalmente, desconectar, evitar que el trabajo ocupe más horas de las establecidas.
• Hacer pausas cada cierto tiempo, que no pase más de dos horas entre una y otra. Hay que moverse, relajarse y volver al trabajo con la atención renovada. Es preferible hacer pausas cortas y frecuentes.
• Silenciar el móvil fuera de la jornada laboral, evitar revisar de manera constante el correo, las notificaciones de los mensajes, las redes sociales, etc.

Además de hacer algo de actividad física moderada, es importante no descuidar los hábitos alimenticios:

• Evitar comer por aburrimiento y/o a deshoras
• Aumentar la ingesta de fruta y frutos secos y reducir la de grasas e hidratos, sobre todo dulces industriales y snacks.
• Evitar también el consumo de alcohol y café en grandes cantidades.
• Para finalizar, es muy importante relacionarse con otras personas, compañeros de trabajo, amistades, familia, etc. El confinamiento no debe impedir las relaciones sociales. Es un buen momento para ponerse al día con las redes sociales, programas de video llamadas, webinars, formación on-line, etc.

You must be logged in to post a comment Login