Trastorno del sueño inquieto infantil: los expertos estudian un nuevo tipo

Se estima que entre un 25% y un 30% de los niños menores de 5 años de edad presentan problemas o alteraciones del sueño de diverso orden. Entre esos trastornos se ha colado una nueva entidad, el Trastorno del Sueño Inquieto Infantil, analizado en profundidad en una de las ponencias de la XXVII Reunión Anual de la Sociedad Española del Sueño (SES), que se ha celebrado en Vitoria-Gasteiz.

Este nuevo trastorno fue identificado por primera vez hace menos de un año a través del estudio Restless sleep disorder in children: a pilot study on a tentative new diagnostic category, publicado por la prestigiosa revista científica Sleep. La investigación, dirigida por Lourdes Delrosso, Especialista en Medicina de sueño en el Hospital de niños de Seattle, analizó el caso de 15 niños que experimentaban movimientos frecuentes del cuerpo durante la noche que interrumpían su sueño sin llegar a despertarlos. Estos movimientos no encajaban con las características de ninguno de los más de 90 trastornos del sueño identificados actualmente.

“Algunos padres acudían a la consulta reportando que sus hijos presentaban una actividad motora excesiva durante el sueño, muy superior a la que habían presentado otros de sus hijos. Los niños realizaban movimientos amplios con las extremidades, cabeza y tronco, que llegaban a sacar las sábanas e incluso provocaban caídas de la cama, sin que llegaran a despertarse. Los movimientos impedían que tuvieran un descanso adecuado y, por ello, repercutía en su estado de ánimo y en su rendimiento académico”, ha explicado María José Jurado-Luque, neurofisióloga clínica del Hospital Vall D´Hebron de Barcelona y moderadora de la ponencia Trastorno de pesadillas. Síndrome de sueño inquieto infantil. Una nueva entidad, en la que también ha participado como ponente invitada la doctora Delrosso.

Ante las características que reportaban los padres, los autores de la investigación decidieron llevar a cabo un estudio del sueño con un grupo de 15 niños y niñas que presentaban el nuevo trastorno del sueño, 15 con trastorno de piernas inquietas y 37 sin trastornos del sueño. El objetivo último era identificar y diferenciar el nuevo trastorno.

En el análisis se tuvieron en cuenta las preocupaciones que habían transmitido los padres, tanto en horario diurno como nocturno, los niveles de hierro y ferritina (proteína que almacena el hierro en las células), y se llevó a cabo una polisomnografía -registro de la actividad cerebral, de la respiración, del ritmo cardiaco, de la actividad muscular y de los niveles de oxígeno en la sangre mientras se duerme-. Los resultados obtenidos corroboraron la existencia del Trastorno del Sueño Inquieto Infantil y, además, mostraron que todos los niños que lo padecían tenían los niveles de ferritina bajos.

“Tras las pruebas obtenidas en el primer estudio, se trabaja con la idea de que un déficit de hierro, sobre todo de la ferritina, podría guardar relación con el Trastorno del Sueño Inquieto Infantil. Por ello, habría que comprobar si al suministrar hierro a los pacientes la situación podría mejorar”, ha indicado la doctora Jurado, que no ha dudado en reconocer que “son necesarios más estudios y que todavía queda mucho trabajo por hacer” para acabar de acotar y comprender los mecanismos que subyacen a este trastorno.

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