Honestidad, transparencia, empatía y pasión definen el retrato robot del nuevo gestor sanitario del siglo XXI

“Los sistemas sanitarios viven una situación de transformación constante y acelerada”. Esa es la realidad a la que han de enfrentarse los nuevos gestores sanitarios del siglo XXI, según atestigua Rubén Llop, experto el liderazgo  y profesor en Deusto Business School. Suya es la conferencia inaugural de la presentación de la tercera edición del Máster en Gestión Sanitaria (MGS) que tuvo lugar el jueves, 25 de mayo de 2017 organizado por Deusto Business School, con la presencia de representantes de las organizaciones que colaboran en el mismo en la que hablará sobre liderazgo, humanismo y transformación.

Comienza su discurso Rubén Llop hablando sobre el concepto VUCA, “unas siglas que significa volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, una combinación de cualidades que, en conjunto, caracterizan la naturaleza de algunas condiciones y situaciones difíciles. Afectan a las transformaciones tecnológicas y sociales más aceleradas”.

¿Qué ha de hacer alguien que aspira a la gestión sanitaria del siglo XXI bajo estos parámetros que definen la realidad? Rubén Llop entiende que “todo empieza con una decisión: que uno se ofrezca como líder con un propósito definido, con un fin último diferente al que ha existido hasta hace bien poco, cuando todo pasaba por la maximización del beneficio y donde las personas no eran sino herramientas para alcanzar ese objetivo. El futuro pasa por convertir a la persona como el eje central de un sistema más humanista y humanizado para dar respuesta a esa vertiginosa transformación a la que asistimos”.

Subraya el experto que en la idea general de esta nueva gestión sanitaria “hay que considerar también el inclusismo y la sostenibilidad para el ser humano. En el futuro es necesario pensar en los trabajadores no solo como herramientas de la fábrica sino como un valor añadido por su aportación de conocimiento y por su valía humana”.

Bajo estos parámetros, Rubén Llop propone la realización de un retrato robot del gestor sanitario del siglo XXI. “Ha de entender la labor de liderazgo como un servicio a los miembros de su organización y centrado en la obtención de un bien común sostenible, no verse a sí mismo/a como merecedora de una recompensa ganada por los méritos y habilidades de cada cual. El nuevo gestor ha de trabajar para y con los demás, no dejando a nadie atrás. Ha de tener honestidad, transparencia en la gestión, una empatía sincera para relacionarse e, hilado a esto una escucha empática, un propósito de búsqueda del bien común de manera inclusiva. Redondea el retrato el hecho de que incluya la pasión en sus decisiones y que mantenga un contacto directo con las otras personas.

 

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