La telemedicina y la innovación es una realidad en las consultas de rehabilitación

Carolina de Miguel – Presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF)

La COVID-19 ha convertido a la telemedicina y a la innovación en una realidad en las consultas de rehabilitación que ha venido para quedarse. La pandemia ha permitido acelerar y generalizar su uso, con buena aceptación tanto por parte de los pacientes como del equipo médico-rehabilitador. Todo no puede hacerse a distancia, pero hay una gran cantidad de visitas presenciales evitables, que son igual de eficaces a distancia utilizando sistemas de telemedicina tan simples como el teléfono, o más sofisticados como una videollamada o una plataforma de internet.

Por ahora no podemos suplir el primer contacto con un paciente nuevo, ni tampoco podemos realizar las técnicas propias de nuestra especialidad a distancia. Pero sí podemos ofrecer por telemedicina muchos de nuestros servicios.

Consultas médicas de control, de educación sanitaria, de seguimiento del tratamiento, de prescripción ortoprotésica y farmacológica o de evaluación funcional, por ejemplo. Desde luego la telemedicina y la telerrehabilitación no es la solución a todos los problemas que el médico rehabilitador y sus pacientes deben resolver, pero la solución a estos pasa necesariamente porque forme parte ya de nuestra relación habitual médico-paciente.

La telemedicina ofrece tres ramas y ventajas clave como son la recogida y distribución de la información de los datos médicos mediante voz o imagen, la monitorización de pacientes a distancia y los servicios de salud interactivos en tiempo real (E-health).

En cuanto a los ámbitos de actuación, en primer lugar está la e-consulta, que es la relación entre el médico y el paciente. Por otro lado, está la relación médico-médico, que posibilita que entre los médicos que se consulten sobre cómo proceder en torno a un tratamiento y conecta a los centros nacionales más desfavorecidos, dando la oportunidad que su patología sea vista  por diferentes especialistas del sistema sanitario. Por último, permite relacionarse con especialistas extranjeros.

Pese a todas estas ventajas, tiene que quedar claro que la telemedicina no es cambiar un sistema por otro. La telemedicina viene apoyar lo que ya existe. La consulta presencial debe  seguir existiendo porque si desaparece la medicina como tal, pero hay muchas acciones que hacemos que pueden pasar a realizarse de forma virtual. Nos tiene que servir de apoyo para salvar barreras geográficas, mejorar la salud y ahorrar costes.

La telemedicina es un apoyo a lo existente. Y a medida que las viejas generaciones vayan desapareciendo ese modelo se va a implementar de una forma mucho más importante de lo que es ahora. Pero hay que ser conscientes de que no todo el mundo tiene que tener la capacidad de poder funcionar con un sistema de internet.

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