Los centros hospitalarios, modelo de gestión energética eficiente

Joseba Anasagasti, Nicolás Guerra, Isabel Urrutia, Bingen Regúlez y Teresa Rojo

Coincidiendo con la celebración en todo el mundo, el pasado sábado, de “La hora del planeta”, IMQ ha visto reconocido, por segunda vez esta semana, su compromiso con el medio ambiente al obtener sus Clínicas Zorrotzaurre y Virgen Blanca el certificado ISO 50001, norma internacional que acredita los sistemas de gestión energéticamente eficientes.

La eficiencia energética forma parte de la apuesta estratégica que impulsa esta organización en favor del entorno y su sostenibilidad. “El sistema de gestión ahora certificado trata, en esta línea, de establecer los sistemas y procesos más adecuados para mejorar la eficiencia energética, permitiendo la disminución del consumo, reduciendo costes y emisiones de gases de efecto invernadero a través de una gestión sistemática”.

Tal y como expone Bingen Regúlez, director económico de las clínicas IMQ, “los ahorros energéticos logrados gracias a la implantación del sistema han alcanzado el 20% de la demanda eléctrica y el 15% de la demanda térmica (calefacción y agua caliente) respecto de la línea base de consumo inicial, lo que ha conllevado a un ahorro total de emisiones de CO2 de 590 toneladas al año”.

El compromiso de IMQ con el medio ambiente se plasmó en 2011 con la obtención de la certificación de la ISO 14001, tras implantar un avanzado sistema de gestión ambiental. Fruto del citado compromiso, IMQ, con el apoyo de Giroa-Veolia, empresa de servicios energéticos, ha optimizado así la gestión de energía de sus centros, reduciendo el impacto ambiental de su actividad y certificando ahorros energéticos a través de un organismo externo. IMQ dispone a través de este contrato de servicios con Giroa-Veolia “de un novedoso sistema de gestión, que monitoriza y predice el consumo de las instalaciones y permite adoptar acciones para optimizarlo y reducirlo”, señala el director económico de las clínicas. Gracias a esta labor se ha obtenido ahora la ISO 50001.

El establecimiento de un sistema de gestión de eficiencia energética comprende, además, “un proceso de mejora continua, que implica al establecimiento anual de nuevas metas para la consecución de una mejora en los resultados”.

Por esta razón, “es fundamental disponer de herramientas que identifiquen, analicen e implementen oportunidades de ahorro, así como monitorizar de forma eficiente tanto los consumos energéticos, como los procesos o actividades relacionados”, según destaca también Bingen Regúlez.

Huella de carbono

Las clínicas IMQ Zorrotzaurre e IMQ Virgen Blanca fueron también reconocidas el pasado 14 de marzo por el Ayuntamiento de Bilbao, gracias a su labor de preservación del entorno dentro de la cuarta edición del programa “Hacia una estrategia baja en carbono en Bilbao”. Este programa tiene como objetivo prioritario limitar las emisiones de gases de efecto invernadero en la capital vizcaína.

La huella de carbono es una eco-etiqueta utilizada para describir el cálculo de las emisiones de todos los gases de efecto invernadero asociados a organizaciones, eventos o actividades, en orden a determinar su contribución al cambio climático. Se expresa en toneladas de CO2 equivalentes y es una herramienta de mitigación del cambio climático.

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