Un postre diseñado para mimar a los aitas

Los pasteleros vizcaínos elaboran con motivo del Día del Padre, martes 19 de marzo, un postre diseñado para homenajear la figura de todos los padres, la txirlora. El Gremio de Pastelería Artesana de Bizkaia elaborará 5.400 kilos de este dulce con forma de espiral, que emula a las virutas que se generan en los trabajos de carpintería, como recuerdo a la figura de San José.

El postre, que fue diseñado en 1972 por los pasteleros de Bizkaia, pertenece a la familia de las pastas de té y para su elaboración se utilizan azúcar, mantequilla, clara de huevo y harina. Con ellos, se elabora una masa homogénea que se vierte, con ayuda de una manga pastelera, en forma de tiras sobre las placas del horno y, tras ello, se hornean. El objetivo de los pasteleros con este proceso es lograr una pasta crujiente por fuera y suave por dentro.

Una vez se alcanza el tiempo de cocción necesario, se retiran del horno y, mientras aún permanecen calientes, los maestros pasteleros enroscan cada pieza a mano entorno a unos pequeños cilindros de madera para que al enfriarse adquieran su forma característica. Mientras se lleva a cabo el proceso de enfriado, las pastas se rebozan en almendras que previamente han sido picadas o fileteadas.

En cuanto al sabor del dulce, Manuel Angulo -presidente del Gremio de Pastelería- explica que “las txirloras se pueden encontrar al natural, cubiertas de chocolate con leche, de chocolate negro, chocolate blanco y, la última novedad, las versiones recubiertas por chocolate de naranja o chocolate de frambuesa. Las más codiciadas por los vizcaínos son las naturales y las bañadas en chocolate negro”.

El jesuita

Otro de los postres más típicos para celebrar el Día del Padre son los jesuitas, un pastel triangular de hojaldre relleno con cabello de ángel y cubierto por una capa de glaseado de merengue y almendras tostadas. Este pastel es especialmente popular y típico en Santo Tirso, localidad portuguesa de donde son originarios y en la que se llevan elaborando desde hace más 120 años.

Sin embargo, sobre la llegada del postre a Bilbao y su origen, el folclore vizcaíno cuenta que el pastelero portugués que comenzó a vender el postre, Joaquim Moura, contrató a un pastelero de origen vizcaíno como ayudante y que fue él quien comenzó a elaborar los pasteles de hojaldre. Cuando el vizcaíno dejó su pastelería, Joaquim Moura y su hijo Guillerme replicaron su receta que hoy continúa elaborándose en la localidad con una capa de glasa por encima.

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