Estudiantes de bachillerato mejoran sus conocimientos en el uso adecuado de medicamentos

Un total de 15.711 estudiantes de bachillerato de toda España han mejorado sus conocimientos acerca de los medicamentos con respecto a la sobremedicalización, la peligrosidad y su buen uso gracias al proyecto pionero ConóceMe, promovido por la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC). La iniciativa ha perseguido la necesidad de incrementar el conocimiento general del adolescente en el uso adecuado del medicamento, inculcar buenos hábitos en el autocuidado y la adherencia farmacoterapéutica desde la adolescencia y conseguir, de esta forma, un uso racional del medicamento a medio y largo plazo. También promueve la figura del farmacéutico comunitario como experto en medicamentos.

ConóceMe, realizado con la colaboración de Laboratorios Cinfa, se ha desarrollado en 17 provincias, una por Comunidad Autónoma, durante los cursos 2018/19 y 2019/20. En suma, han colaborado 336 farmacéuticos comunitarios en 232 centros educativos de diversa índole: centros urbanos y rurales, y centros privados-concertados, y públicos. Los resultados del pionero proyecto a nivel internacional, han sido presentados durante el IX Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios en el que se reúnen más de 2.500 farmacéuticos.

El proyecto ha estado dirigido por Joaquina Huarte (farmacéutica en Pamplona) y coordinado por Francesc Moranta (farmacéutico en Palma de Mallorca) quienes se han felicitado porque “las intervenciones educativas sobre el uso de medicamentos en estudiantes de bachillerato han resultado efectivas tanto para mejorar el conocimiento como para mejorar sus creencias y actitudes respecto a la sobremedicalización y a la peligrosidad de los medicamentos”.

“El estudio ha puesto de relieve la necesidad de implementar este tipo de intervenciones educativas dada su magnífica acogida. La satisfacción de los estudiantes, del personal docente y los farmacéuticos con la actividad formativa ha sido alta o muy alta”, han subrayado.

Huarte ha afirmado que “los medicamentos han contribuido al aumento de la calidad de vida, esperanza de vida…  son más potentes y efectivos, pero a costa de un mayor riesgo de efectos no deseados. La sociedad de bienestar, el aquí y ahora, lleva a que parte de la población considere el medicamento como un bien de consumo. En el día a día de la farmacia, observamos el desconocimiento de la población en general de las normas básicas del uso adecuado y responsable de medicamentos Por ello hemos llevado a cabo esta iniciativa”.

“Nos llamó la atención que el 85% de los alumnos había tomado medicamentos recientemente. Entre otros medicamentos, el 16% reconoció haber tomado antibióticos; el 20% ibuprofeno 400 mg; el 41% ibuprofeno 600 mg y el 38% paracetamol. Lo llamativo es la proporción de los medicamentos mencionados, que refleja el desconocimiento de las indicaciones o posología de los tres últimos, lo que apoyó nuestra convicción con que hay que potenciar esta educación en medicamentos como se hace con educación vial y otras actividades extracurriculares en los colegios, de forma complementaria a la educación reglada”.

Moranta ha evidenciado que “existe un déficit en España con respecto al uso racional de los medicamentos (uso incorrecto, falta de adherencia a los tratamientos, y un consumo de medicamentos muy notable en comparación con otros países europeos) y ha explicado que “por ello hemos querido centrarnos en la educación de las próximas generaciones”.

“Cabe destacar que se han sentado las bases de un buen uso futuro de los fármacos en la edad adulta en miles de estudiantes. ConóceMe ha demostrado que este tipo de intervenciones educativas son necesarias y efectivas”.

Para Enrique Ordieres, presidente de CINFA, “el Proyecto Conóceme ha permitido que más de 15.000 jóvenes españoles hayan recibido formación sobre un aspecto tan esencial de la salud como es el uso correcto de los medicamentos, un factor clave, además, para la sostenibilidad del sistema sanitario. Por eso, educar a las nuevas generaciones es más importante que nunca”.

DATOS

En cuanto a las conclusiones que ponen de manifiesto la efectividad del proyecto, destaca que el principal impacto de la intervención educativa ha tenido lugar sobre el conocimiento como tal, mientras que el impacto de las intervenciones sobre las creencias relacionadas con los medicamentos ha sido más limitado, con diferencias medias entre grupos muy pequeñas, particularmente en el caso del nivel de creencia respecto a la peligrosidad de los medicamentos.

De esta forma, destaca que la evolución del nivel medio de conocimientos en el grupo intervención es de un 5.4 antes de empezar y un 6.8 tras la sesión educativa, mejorando por tanto 1.4 puntos. La evolución del nivel medio de creencias respecto a la sobremedicalización en el grupo intervención ha obtenido una mejora de 0.8 puntos con la siguiente oscilación: diferencia antes (12.0) y después (11.2) de la sesión educativa.

En cuanto a la evolución del nivel medio de creencias respecto a la peligrosidad, en el grupo intervención se ha constatado una diferencia antes (9.4) y después (9.1) de la sesión educativa, obteniendo una mejora de 0.3 puntos. Por otro lado, los expertos han subrayado que la efectividad de la intervención educativa ha sido más notable en aquellos estudiantes con menor conocimiento o creencias menos deseables.

FUNCIONAMIENTO DEL PROYECTO

Al inicio, los alumnos participantes realizaron un cuestionario para conocer su grado de información sobre los medicamentos (con preguntas sobre qué es un medicamento, cuáles son sus condiciones y procesos de uso, donde informarse sobre ellos y cómo adquirirlos, etc.) y se les pidió que llevaran de casa un medicamento (envase vacío con el prospecto) con el que hayan sido tratados en alguna ocasión y que utilicen con frecuencia (analgésicos, antiinflamatorios, antialérgicos…). Estos medicamentos se utilizaron durante la intervención educativa como parte práctica del aprendizaje.

Los farmacéuticos voluntarios utilizaron también en las sesiones formativas diferentes envases y formas farmacéuticas de medicamentos para trabajar pedagógicamente con ejemplos prácticos. Al final de las intervenciones educativas, rellenaron de nuevo el cuestionario para evaluar el grado de comprensión del alumno, y se les entregó la Guía práctica para el uso adecuado de los medicamentos de SEFAC. Transcurridos tres meses rellenaron nuevamente el cuestionario para evaluar el conocimiento adquirido al terminar el proyecto. Se trató de demostrar la necesidad de educación del adolescente y la utilidad de la intervención educativa.

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