Los cuidadores familiares deben descansar en Navidad

Los cuidadores familiares de personas mayores deben descansar durante el periodo navideño para recargar fuerzas y seguir cuidando a su familiar durante el resto del año. El exceso de trabajo que supone cuidar a un familiar no debe ser prolongado durante todo el año.

Por tal razón, las residencias de mayores surgen como una alternativa para cuidar a  las personas mayores durante las vacaciones navideñas. Las residencias son lugares especializados con ‘programas de respiro’ que se ocupan de la salud y el ocio del anciano con actividades específicas para ellos mientras sus cuidadores descansan.

En la Comunidad Autónoma del País Vasco hay aproximadamente unos 25.000 cuidadores familiares de personas dependientes y algo más de 10.000 en Bizkaia, según datos del Ministerio de Sanidad.

Estos cuidadores informales son personas que, sin pertenecer a ninguna institución sanitaria ni social, se encargan del cuidado de personas dependientes, generalmente de algún miembro de la familia. En este sentido los cuidadores son una parte esencial del cuidado del mayor y han de recargar fuerzas para seguir cuidándole.

La fragilidad asociada a la condición de ser humano hace que estemos expuestos a necesitar ayuda cuando nos hacemos mayores para poder desarrollar actividades tan básicas como vestirse, andar, asearse, comer, etc. Este tipo de acciones requieren mucho esfuerzo físico y mental para los cuidadores y por ello es muy importante que descansen.

Las causas que producen una dependencia de otras personas pueden ser muchas y variadas y en el caso de las personas mayores suele ser por un deterioro psíquico (demencia senil, alzheimer, enfermedades neurológicas, pérdidas de memoria), las limitaciones físicas (enfermedades reumáticas, parkinson, traumatismos), los problemas sensoriales (ceguera, sordera, etc.)

Una solución para que los cuidadores descansen, a la vez que sus familiares son bien atendidos, puede ser una estancia temporal de una semana, un mes o lo que necesiten.

Muchos cuidadores se sienten culpables, pero no se dan cuenta de que cuidándose a sí mismos están cuidando mejor a su familiar. Con sus necesidades de descanso, ocio, apoyo emocional, etc, satisfechas podrán disponer de más energía y movilizar mucho más y mejor sus recursos físicos y psicológicos en el cuidado del familiar mayor.

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