Palabras en el entorno educativo

Mariana Guzmán / Pedagoga con Máster en Programación Neurolingüística y Coaching y Terapeuta capacitado en LNT

Escuchando en la terraza las conversaciones de las madres y padres* a unos días de concluir con el curso escolar se quedaban en mi mente palabras como “recuperaciones, clases online, suspendió, repetirá curso, promedio, selectividad, profesor, profesora, escuela, conducta, problema, aprobó, verano, cansancio, mascarilla, compañero, compañera, aula, gastos, normativas, COVID….” palabras entre muchas otras que expresan un mar sin fin de ideas, conceptos y emociones. Cada una parece que gira alrededor de la formación y va imprimiendo un sentido y una dirección a la Pedagogía aplicada.

Las PALABRAS SON PODEROSAS y no sólo sirven para expresar y comunicar nuestro mapa interior, sino que también crean realidades, actitudes, generan emociones, respuestas y reacciones, solas o combinadas en frases definen y establecen una relación entre discentes, tutores, profesores, compañeros y su mundo fuera y dentro del colegio.

Detrás de las frases están los valores y las creencias que tiene cada persona con base en su experiencia de vida, unas elegidas, otras heredadas y otras creadas pero que definen un rumbo e imprimen un significado a su vida.

Creo conveniente aclarar a grandes rasgos y sin profundizar demasiado, dos conceptos, la Formación y la Educación.

La formación entendida como la capacitación para desarrollar una tarea, tener los conocimientos y un grado académico por ejemplo, y la educación, entendida como el conjunto de valores, forma de vida, aplicación y ejercicio de la formación.

La primera es más inmediata porque se conoce cuando se tiene o no y está marcada por tiempo y propósito. La segunda es un proceso de mejora continua cuya finalidad es el perfeccionamiento intencional de las potencialidades específicas del Ser Humano.

Una vez señalada la diferencia y el significado para efectos de este artículo de ambos conceptos, propongo las siguientes reflexiones, analizando algunas frases en el ámbito escolar:

1.-“No podemos quedar, porque TENEMOS DEBERES y la próxima semana TENEMOS EXÁMENES”, esta frase en labios de los padres comunica que:

• Son parte activa de la formación.
• Que se invierte más tiempo en casa para el estudio, además de las 8 o 9 horas que están en el colegio y las extraescolares.
• Que los padres además de sus quehaceres como adultos, deciden dedicar tiempo a los deberes y exámenes de sus hijos.
• Que estas actividades forman parte de la vida familiar y que se hace por uno o por más hijos estudiantes en casa.
• No me parece adecuado hacer un juicio respecto a esto porque cada familia le da el valor que le parece a la formación y gestionan como mejor les conviene el tiempo que le dedican a los estudios o deberes, sólo quiero plantear unas preguntas ¿qué tan funcional es esta dinámica para todos y cada uno de los integrantes de la familia? ¿qué aprendizaje estoy generando en mi hijo cuando me involucro en sus deberes y actividades escolares? ¿qué nivel de confianza, independencia y seguridad le fomento y le comunico con mis hechos?

2.-“Recuerden estudiar, porque mañana tenemos EXAMEN”

• La frase implica la idea de que, se estudia cuando se tienen exámenes no antes, ni después.
• El recordar, implica que se da por hecho que no se tiene el hábito de hacerlo.
• La palabra EXAMEN conlleva la idea de que estaremos sometidos a un juicio, a un aprobado o no aprobado, es decir seremos evaluados. Mi pregunta es, ¿se evalúa un conocimiento o a la persona? ¿cómo puedo evitar, que en casa me valoren en función de mis resultados en el colegio? ¿Después de una “evaluación”, cuál es el aprendizaje que promovemos en el estudiante o el docente se cuestiona que la nota es la verdadera calificación a su formación?
• He considerado a lo largo de mi trayectoria, substituir la palabra examen por ejercicio de repaso o revisión, ya que neurolingüísticamente la palabra “ejercicio o actividad”, abre la posibilidad de rectificar o reconducir un aprendizaje, al docente de replantear o reafirmar su didáctica en la enseñanza y su apoyo al discente, por ser parte de algo que no es definitivo, es una tarea más entre otras y evita la pesada sensación emocional de ser calificado y evaluado, de ser aprobado o no.
• Sincera y  firmemente creo que los resultados van dirigidos al  formador, más que al alumno, porque  los conocimientos a impartir y objetivos perseguidos, deben ser personalizados, la didáctica debe ser adecuada y adaptada a la situación de cada estudiante, eso es vivir desde el respeto e igualdad en el aula, es hacer visible la personalización educativa. El conocimiento, debe ser legible para todos los canales de aprendizaje y desarrollar las inteligencias múltiples de cada individuo, incluyendo la del profesor, porque en este proceso todos nos enriquecemos.

3. “Recuperar Matemáticas”

• Matemáticas ¿quién desea tener PROBLEMAS? La palabra de antemano está ya cargada culturalmente por una acepción negativa. ¿Cómo es que elegimos llamar problemas matemáticos a retos, ejercicios, comprobaciones, resolver situaciones, planteamientos lógico-matemáticos, actividades o juegos matemáticos?

El choque emocional que genera la palabra PROBLEMA, impide la disposición y preparación de la mente del estudiante para permitirse intentar buscar respuestas.

• Replanteando el objetivo, propósito y vías de enseñanza-aprendizaje de la materia, abriríamos un campo fértil para que en vez de PROBLEMAS, el discente piense en cómo plantear y aportar diferentes caminos para el resultado.
• La actitud del estudiante cambiará, si proponemos un nuevo significado a las actividades o retos matemáticos para que sean un espacio de exploración y descubrimiento de lo exacto, perfecto y ordenado que es el Universo, porque las matemáticas están presentes en casi todo lo que nos rodea y en nuestra vida diaria, sería muy funcional en vez de PROBLEMAS encontrar respuestas, oportunidades, creación y retos.

Sin el ánimo de extenderme más, dejo la semilla de algunas palabras e ideas alrededor de la educación, que al cuestionarlas podríamos cambiar significativamente y romper algunas creencias limitantes en torno a ella.

Así como la sociedad y el mundo van cambiando, el replanteamiento de una nueva Pedagogía llena de consciencia, a favor del Ser Humano integral y dignamente concebido, tendrá que comunicar a través de un lenguaje poderoso lleno de acciones, que demuestren y desarrollen valores y creencias en favor de la persona.

Más información puede contactarme: www.marianaguzman.net

*Para agilizar la lectura y redacción en el artículo al referirme a una persona aplico la comprensión de ambos géneros.

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